Causa-efecto (sobre el famoso video)

Nelson

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El acontecimiento de la partida de Blitz del Torno de San Francisco del domingo 25 de junio que está rodando en las redes sociales es bochornoso y da lugar a unas reflexiones.

Si asociamos ese penoso hecho al principio de que “toda causa tiene su efecto” o si lo prefiere, “todo efecto tiene su causa”, es decir, todo cuanto nos pasa (efecto) tiene un origen (causa), entonces podemos afirmar que no se trata de un incidente aislado producto de la falta de ética y profesionalismo del jugador tramposo amparado en determinada coyuntura. Debemos también analizar el contexto en que se produce el «efecto», conociendo que el «hombre es una criatura de la circunstancia».

Entiendo que por diversas razones que ahora no vienen al caso mencionar (puede ser tema para otro artículo), el Ajedrez nacional se ha inclinado como nunca antes a una situación de mediocridad que está erosionando su prestigio como un deporte universal noble y de caballeros.

Ejemplos  de esta afirmación sobran:

                    -Normalmente se permite una vestimenta inadecuada para la buena imagen del evento

-Retiro masivo de jugadores de los eventos sin consecuencias

 

-Torneos sin reglamentos

-Árbitros arbitrarios

-Jugadores tramposos

-Eventos que se inauguran fuera de fecha

 

Estos casos, entre otros, suceden sin que las autoridades correspondientes asuman su papel dirigencial  en beneficio del desarrollo sano del Ajedrez.

La falta de criterio de algunos incumbentes provoca que cada vez afloren nuevos hechos que aunque perecen ser aislados no lo son. Y otros se repiten ante la impunidad total.

Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor
Ignorante sabio o chorro
generoso o estafador
Todo es igual
nada es mejor
lo mismo un burro
que un gran profesor

Así vemos que aparecen:

-«Enseñadores» de Ajedrez que se autodenominan entrenadores con la anuencia de la Federación

-Filósofos enanos dictando políticas a seguir de acuerdo a sus intereses personales.

-Hacedores de cuentos y promesas reiteradas sin cumplir.

-Oportunistas-halagadores  muy dispuestos a servirle al Ajedrez.

Este ambiente generalizado donde se suman todos los factores anteriores, es la causa del efecto del cual ahora nos asombramos cuando vemos la capacidad y libertad del tramposo para actuar con descaro e impunidad.

El motor del Ajedrez funciona si todos sus componentes están bien engrasados. Si falla alguno, incluyendo el que evita la dañina mediocridad, pues al final se detiene el reloj del desarrollo.

Y ya es hora que veamos que el retroceso producto, tanto de la falta de autoridad que estimula la mediocridad, hasta la escasez de políticas concretas de desarrollo, nos lleva a tocar el fondo; acaso no somos capaces de advertir que el Ajedrez dominicano hace tiempo no tiene resultados internacionales dignos de exhibir? Sólo por señalar un aspecto conocido por todos. Es por casualidad?

Sabemos que no, es el resultado del principio causa-efecto. Hay partes del motor sin buen mantenimiento. Y el Ajedrez dominicano necesita que todo el engranaje esté bien atendido para recuperar el prestigio nacional e internacional que tuvo durante décadas.

Si no se procede desde ahora adecuadamente  para barrer los obstáculos que permiten replantear el desarrollo del Ajedrez, seguiremos viendo casos como el del Blitz de hoy y quizás peores. Sabemos que no fue el primero, pero esperemos que sea el último.

Ya el fondo no da más…

Maldigo la poesía 
concebida como un lujo
cultural por los neutrales,
que lavándose las manos
se desentienden y evaden,
maldigo la poesía
de quien no toma partido,
partido hasta mancharse…

estamos tocando el fondo, 
estamos tocando el fondo

 

 

 

 

 

 

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