Gracias Grau!!

Nelson

Excepteur sint ocaecat cupidas proident sunt culpa quid officia desers mollit sed.

“Mi trabajo es cantar todo lo bello,  encender el entusiasmo. Por todo lo noble, admirar y hacer admirar todo lo grande” José Martí.

Tomo 1 – Rudimentos

Varias generaciones de ajedrecistas de países de habla hispana han enriquecido sus conocimientos y fortalecido su nivel de juego después de estudiar el Tratado General de Ajedrez de Roberto Grau,  la obra más completa sobre Estrategia y Táctica que se haya escrito en el idioma español.  Tan importante fue este aporte a la bibliografía ajedrecística hispana, que actualmente varias Editoras siguen publicando esta Biblia Ajedrecística, en la actualidad con las correcciones  propias de la modernidad contemporánea. La misma ha sido traducida a varios idiomas.

Tomo 2 – Estrategia / Táctica

Seis años dedicó Grau para consolidar en 4 volúmenes todo un compendio sobre Fundamentos estratégicos, temas tácticos y conceptos sobre el Final de la partida. Con una pedagogía formidable y un verbo ameno, Grau enseña a orientarse en diferentes posiciones a través del razonamiento lógico del ajedrecista; esa es su constante preocupación en toda la obra; “es un libro de Ajedrez y un libro de razonamiento”.

Tomo 3 – Conformación de Peones

Como ningún otro autor, el genial Maestro argentino nos enseña que la configuración de  peones es la esencia y médula de la estrategia ajedrecística; “toda la ciencia de las Aperturas, los secretos del Medio Juego y la base de los Finales son una consecuencia delesqueleto arquitectónico del Ajedrez: los peones”. Con gran profesionalismo y con el respaldo de 30 años de experiencia ajedrecística y 20 años de periodista y escritor, Grau ilustra en su obra, toda una serie de elementos técnicos y consideraciones prácticas y psicológicas que se presentan en una partida de Ajedrez.

Tomo 4 – Estrategia Superior

Es de gran importancia destacar que los temas estudiados se apoyan y ejemplifican con aproximadamente 400 partidas de grandes maestros clásicos del Ajedrez, como Capablanca, Alekhine, Anderssen, Tarrasch, Lasker, Morphy, además de incluir unos 2300 diagramas.

El Maestro en el año 1942

Es curioso señalar que en el año 1994, cuando por primera vez asistí de Entrenador/profesor en Santo Domingo ante un grupo de destacados jugadores jóvenes dominicanos, al comenzar la docencia ajedrecística impartiendo el Tratado General de Grau, algunos de ellos  minimizaron (y criticaron) que en las sesiones de clases se impartiera “esos libros viejos”.

La realidad era que prácticamente en el país no lo conocían y mucho menos el verdadero valor pedagógico y ajedrecístico del Tratado. Al término de ese Entrenamiento -que se extendió casi un año dividido en dos etapas- muchos de los que inicialmente criticaron esos “libros viejos” agradecieron “aprender Ajedrez” después de haber estudiado los Tomos II y III del Tratado. Algunos de ellos son en la actualidad, de los mejores ajedrecistas dominicanos… y hoy en día ya es conocido con mayor claridad en República Dominicana el Tratado General de Ajedrez de Roberto Grau.

Asimismo, me preguntaban y es una pregunta que nos hacen frecuentemente, ¿quién fue realmente su autor?. La pregunta es sencilla, pero no así su respuesta si nos detenemos a conocer  tan excepcional personalidad.

Roberto Gabriel Grau nació en Buenos Aires en 1900 y alrededor de los 16 años ya había logrado la Primera categoría en el Círculo Argentino de Ajedrez. Delgado, vivaz y de buen carácter, puede decirse que cautivó a todos  con su entusiasmo de adolescente genial.

Equipo Olímpico argentino, Estocolmo 1937

El destacado ensayista y poeta argentino Ezequiel Martínez Estrada manifiesta en un fragmento de “La cabeza de Goliat” (1940) que cuando joven, Grau se distinguía por sus dotes innatas para la combinación en el medio juego, la claridad mental con que planteaba las aperturas y remataba los finales. Poco caso hacía de los libros.

Más tarde agregó a sus dotes naturales, la sabiduría del analista y entonces apareció el segundo Grau, semejante a un filólogo agobiado de libros y de autoridades. Erudito, técnico, aplicando sus conocimientos tanto como su talento, surgió de sí mismo como el hombre maduro del muchacho, distinto a como todos esperaban. Se le recuerda en sus bellos días de inquietud diabólica, al que sólo retenía como subyugado por una fuerza superior a la suya, alguna posición compleja que le exigía dos torturas juntas: estar serio y estar quieto.

En 1921 ganó el importante Torneo  Suramericano, de Carrasco, Uruguay, y posteriormente es contratado por el prestigioso diario “La Nación”, donde mantuvo por muchos años la columna “Frente al Tablero”; Fue seis veces Campeón de Argentina -1926, 1927, 1928 1934,1935 y 1938-, fundador de la Federación Argentina de Ajedrez y organizador del Torneo de las Naciones de Buenos Aires en 1939.

Como se desprende de su brillante trayectoria, Roberto Grau, más que un excelente jugador y escritor, fue  un activo propulsor del desarrollo del Ajedrez no sólo de su patria, sino también de Sudamérica y ¿por qué no afirmar, incluso más allá de toda Latinoamérica?Su calidad como jugador sobresale en sus victorias contra M. Euwe en París 1924,  R. Reti en Buenos Aires 1924, E. Colle en San Remo 1930 y contra R. Fine en Varsovia 1935. (Ver partida al final). En ese mismo torneo, A. Alekhine logró hacerle tablas una posición muy comprometida. En Buenos Aires-1939, dividió el punto con  Paul Keres y  José R. Capablanca

Su calidad como jugador sobresale en sus victorias contra M. Euwe en París 1924,  R. Reti en Buenos Aires 1924, E. Colle en San Remo 1930 y contra R. Fine en Varsovia 1935. (Ver partida al final). En ese mismo torneo, A. Alekhine logró hacerle tablas una posición muy comprometida. En Buenos Aires-1939, dividió el punto con  Paul Keres y  José R. Capablanca

Roberto Grau entre los participantes 
del famoso Torneo de San Remo 1930

Es de destacar que Grau sirvió de analista de Alekhine en el match con Capablanca en Buenos Aires 1927. Años después y producto de su estrecha relación de amistad con el Campeón ruso-francés, logró que éste entrenara al equipo argentino participante en la Olimpíada Mundial de Estocolmo – 1937. De hecho, Grau fue un precursor imprescindible para la aparición de la Época de Oro del Ajedrez argentino que comienza a mediados de los años 40 y perdura por alrededor 20 años, etapa en la que Argentina llegó a ser una de las principales potencias mundiales del Juego Ciencia.

Según cuenta Paulino A. Monasterio, periodista y Arbitro Internacional –fallecido en 1987- Grau era una persona de extrema generosidad que daba simultáneas gratis en los clubes  pobres y como escritor notable, escribía artículos muy leídos sobre Automovilismo a pesar de que no sabía manejar.

De la lectura de la obra de Grau, se aprecia su excelente sentido de solidaridad y comunicación, que de forma muy natural, lo transmite al lector en cada capítulo, en cada ejemplo,  en cada consejo. Sin embargo, como una estrella fugaz que ilumina con excelsa brillantez el firmamento, Roberto Grau se fue a destiempo con sólo 44 años de edad. Esa ironía del destino, nos privó de un sinnúmero de aportes que de seguro el Maestro hubiera brindado al mundo del Ajedrez. Entre sus planes inmediatos al terminar el Tratado, estaba elaborar dos libros: uno sobre ideas medulares de las Aperturas, con una nueva y racional clasificación por¡temas estratégicos!y otro sobre nuevas formas de razonar y estudiar los Finales.

A más 70 años de su desaparición física ocurrida el 12 de abril de 1944, la obra de Roberto Grau perdura en cada ajedrecista estudioso que alguna vez aprendió de su pluma fértil. Su Tratado General de Ajedrez existirá mientras haya un ajedrecista agradecido de las enseñanzas que en el nos dejó tan fecundo autor.

 Una partida del Maestro

         Roberto Grau – Ruben Fine
         Varsovia, 1935

          
Def. Ninzoindia

En esta partida Grau logra contrarrestar  la debilidad de sus peones doblados en la columna c,  utilizando eficientemente la pareja de Alfiles y explotando la mayor movilidad de sus peones centrales; tema abordadopor el Maestro en el Tomo 3 de su Tratado General de Ajedrez.

1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.g3 Axc3+ (Dobla los peones pero cede la pareja de Alfiles, elemento estratégico debatido sobre qué es preferible)
 5.bxc3 O-O 6.Ag2 d6 7.Cf3 Cc6 (Iniciando el plan típico en estas posiciones que se completa con b6 y Aa6, presionando la debilidad de c4)
 8.O-O Ca5 9.Dd3 De7 10.Cd2! (Presiona b7 con el Alfil y potencialmente con Tb1)
10…e5 11.Tb1 Tb8 12.Aa3 (Para apoyar el importante avance de c5) 12…b6 13.c5! Td8 14.cxd6 cxd6 15.dxe5 Dxe5 16.f4 (La pareja de Alfiles y la mayoría de peones en al centro, garantizan la ventaja blanca)
 16…Dh5 17.e4 Ag4 18.Tfe1 Cb7 19.Da6 (Provocando la jugada 19…Cc5 y de esta forma evitar la molesta jugada de la Dama negra a a5)
19…Cc5 20.Df1 Ac8 21.Af3 Dh6 22.Axc5! (Rompiendo dogmas. Cede la pareja de Alfiles para ganar tiempo en la movilización de sus peones e y f)
 22…dxc5 23.Tbd1 Ab7 24.c4 Cd7 25.e5 Axf3 26.Dxf3 De6 27.f5 De7 28.Df4 Cf8 29.Ce4 Txd1 30.Txd1 Td8 31.Td5 De8? (Esta jugada permite a las blancas rematar la partida basándose en el tema de la doble amenaza: la torre negra en d8 y el jaque doble en f6)
32.Dg5 Cd7 33.Txd7!! 1-0

Una vez más: ¡Gracias Grau!.  



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