UN ADIOS AL CREADOR DE LOS CAPABLANCA

Nelson

Excepteur sint ocaecat cupidas proident sunt culpa quid officia desers mollit sed.

El deporte es un derecho del pueblo
José Luis Barreras
Desde Cuba llegó una triste noticia: falleció a los 88 años de edad, José Luis Barreras Meriño, Arbitro Internacional de Ajedrez, ex presidente de la Federación Cubana de Ajedrez y premiado por la FIDE con su nombre en el Libro de Oro. Su deceso ocurrió en la madrugada del domingo 31 de julio de este año 2005.
Barreras significó mucho para el Juego Ciencia cubano y de Latinoamérica. Con una capacidad organizativa extraordinaria y gran visión de futuro, Barreras fue el hombre que a partir de 1959 cimentó las bases del desarrollo del Ajedrez criollo a través de una masificación nunca antes lograda y un sistema de participación competitiva que beneficiaba a un gran universo de jugadores de todas las edades y niveles. Fue el autor de la conocida frase: El deporte es un derecho del pueblo.
Uno de los principales méritos de José Luis Barreras es haber sido el creador de los Torneos Capablanca in memorian, eventos que llegaron a ser de los más fuertes del ámbito ajedrecístico internacional y en el que participaron los mejores Maestros de los años 60: Najdorf, Spasski, Stein, Ivkov, Korchnoi, Gueller, Smislov, Fischer –que jugó desde Estados Unidos vía teletipo-, Larsen, Gligoric, Thal, entre otros.  Muchos jugadores latinoamericanos elevaron su nivel de juego gracias a su participación en estos eventos.
Asimismo, Barreras fue el organizador principal de la famosa Olimpíada Mundial de La Habana en 1966 y de numerosos eventos nacionales e internacionales que se celebraron en Cuba entre los años 1959 y 1970, de ellos, varios Campeonatos Panamericanos que contaron con la participación de los mejores jugadores del área americana.

Fischer, Barreras y Fidel durante 
la Olimpíada de La Habana 1966
                                         
Como destacado periodista deportivo, Barreras escribió artículos de Ajedrez durante más de 40 años en diferentes medios de prensa y dejó como legado imperecedero, entre otros,  los libros, Ajedrez Elemental –un Curso para aprender a jugar– y El Fascinante Mundo del Ajedrez  -una recopilación de gran parte de sus artículos-.
Como una interesante curiosidad se destaca el hecho de que Barreras inventó una Apertura, la cual bautizó con el nombre de Barreroski y tiene la siguiente secuencia de jugadas: 1.c3 2.d3. 3.e3 4. Dc2, las cuales generalmente pueden realizarse ante cualquier respuesta de las negras. Con su  Barreroski derrotó a Tigran Petrosian en una partida informal durante la Olimpíada Mundial de Leipzig-60.
Barreras era una enciclopedia viviente del Ajedrez Universal, una institución ajedrecística con una experiencia envidiable recogida durante su larga vida y sobre todo durante la década del 60 cuando llegó a ser Vice-Presidente de la FIDE. En un local de su casa en el reparto Santo Suárez de La Habana, es llamativo el mapa geográfico donde se señalan los países visitados por él –alrededor de 80- durante su rica trayectoria como dirigente del Ajedrez. Se pueden observar sus fotos  con  jugadores destacados de diferentes épocas; con Euwe, Keres, Najdorf, Petrosian, Fischer, Spasski, el Che Guevara, Campomanes, entre otros Maestros y personalidades.

En la foto Fidel Castro, José L. Barreras y Boris Spassky, 
entre otras distinguidas personas. Olimpíada La Habana 1966

Su distinguida casa era visitada constantemente por amigos del Ajedrez de todo el mundo y a ellos, Barreras los recibía junto a su acogedora esposa Carmita, con la   caballerosidad y la sonrisa de un amante del Ajedrez que siempre estaba dispuesto a jugar una partida, analizar un problema o compartir alguna anécdota interesante.

Con Barreras en su casa en el sector
 Santos Suárez de la capital cubana 

En los últimos años y a pesar de su delicado estado de salud, Barreras continuaba jugando Ajedrez por Correspondencia, del cual llegó a ser Maestro Nacional y uno de los más fuertes jugadores cubanos de esa especialidad.
Indudablemente que la ida de Barreras deja un vacío al Ajedrez cubano imposible de llenar, ya que comúnmente no se logran conjugar en un ser humano, una personalidad entusiasta de gran visión de futuro con una fina sagacidad organizativa y de una  basta experiencia y conocimientos de dirigente y periodista como la que engalanaba a José Luis Barreras Meriño.
Barreras vivió para el Ajedrez y su obra en bien del Juego Ciencia merece el respeto y la admiración de todos los ajedrecistas y muy especialmente de los que tuvimos el privilegio de conocerlo. Ante la desaparición de una fructífera vida como la de Barreras, cabe recordar a José Martí cuando dijo,  honor a quien honor merece.
Nelson Pinal Borges, MI
Santo Domingo, 01/08/05

subscribe to newsletter

Excepteur sint occaecat cupidatat no proident