Enmanuel Lasker: La Psicología como Estrategia

Nelson

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“Lo esencial, lo nuevo, que Lasker ha llevado al juego del Ajedrez, no es todo técnica pura, es el juego psicológico; lo esencial para él es la lucha de los nervios. Busca en la partida de Ajedrez atacar la psicología de su adversario.” Richard Reti.

El pasado 24 de diciembre se cumplieron 150 años del nacimiento, en Berlichen, cerca de Berlín, en Alemania, de Emmanuel Lasker, Campeón del mundo a los 25 años y con un reinado que duró 27 años, desde que derrotó a W. Steinitz en 1894 hasta que perdió con J. R. Capablanca en 1921. Está considerado junto a A. Alekhine y Capablanca como los tres extraclases de los primeros 30 años del Siglo 20.

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Composición de Lasker 1890. Juega el Blanco y gana

Emmanuel se había destacado por su facilidad por las matemáticas desde los 5 años.  Cuando tenía 11 años, su padre Adolfo decidió enviarle a Berlín para estudiar; todo esto después de vencer la oposición de su esposa Rosalía.  En Berlín no hubo problemas para aceptarlo, y le situaron dos cursos por encima de su edad.  Poco después enfermó de sarampión, y tras aburrirse sin tener nada que hacer, su hermano decidió enseñarle a jugar al ajedrez. Esto cambiaría su vida y la Historia misma del Ajedrez.

“El primer plan del Ajedrez es el dominio del centro” Emanuel Lasker

Estratega por excelencia, Lasker fue el pionero entre sus contemporáneos en la explotación de los aspectos psicológicos del juego, sacando partido con enorme habilidad de las deficiencias particulares de cada uno de sus oponentes.

Su estilo ha sido analizado por jugadores de todas las épocas. Por ejemplo, el  Gran Maestro Vladimir Kramnik dice que fue Lasker quien descubrió el Ajedrez moderno y afirma además, que las partidas del alemán podrían ser propias del Ajedrez actual. Él, sigue diciendo Kramnik: “…descubrió que hay varios tipos de ventajas y ellas son intercambiables: la ventaja táctica puede ser transformada en ventaja estratégica y viceversa.”

El Gran Maestro y destacado Psicólogo, Reuben Fine, está convencido que a Lasker le debemos que el Ajedrez se volviera una empresa profesional. “…su carrera fue la más extraordinaria de todos los tiempos”, agrega Fine que: “lo que él hizo fue verdaderamente impresionante”. “por treinta años fue el Supermán del Ajedrez mundial”. Dice también que Lasker fue el más versátil de los Campeones mundiales.

El ex Campeón mundial  Vasily Smyslov dijo en una entrevista, que todos los Campeones mundiales de Ajedrez pertenecen a una categoría especial. Está claro para la historia del Juego Ciencia que, sin Steinitz, no hubiera existido Lasker, sin Lasker jamás hubiera surgido un Capablanca, sin Capablanca no habríamos tenido un Alekhine y sin Alekhine no habrían existido ni Euwe, ni Botvinnik y sin este último no habría habido el Ajedrez soviético y sin la Escuela Soviética no habría surgido un Bobby Fischer y así sucesivamente, hasta llegar al actual Campeón mundial actual Magnus Carlsen.

Volviendo a lo que dice Kramnik: “Lasker entendió algo muy complejo para su momento: que el Ajedrez como juego es tan complejo que no está del todo claro cuál es la forma «correcta» e «incorrecta» de jugar. Puedes jugar de maneras muy diferentes. Lasker fue muy flexible y no usó categorías fijas, quizás el primer jugador no clasificable de la historia. No pensó en categorías fijas, por ejemplo, si obtuviste el centro, es bueno, y si no lo hiciste, es malo. Y ese fue un gran paso adelante en el pensamiento ajedrecístico.”

Su propuesta de puntaje alternativo muestra una más profunda y sutil comprensión del Ajedrez. En efecto escribió Lasker: “la evolución moderna del ajedrez no favorece el libre juego de la fantasía; no la recompensa, sino que la desilusiona…se puede jugar mejor que el oponente, pero esta circunstancia no es suficiente para ganar una partida cuyo resultado lógico suele ser tablas…frecuentemente, la ventaja lograda es ínfima y menuda, y, al ponerla en la escala de valores, parece arena fina pasada por una criba de agujeros grandes”, así en vez de los tres valores conocidos: 1 para victoria, ½ para tablas y, 0, para la derrota, propuso una escala más fina de: 10, 8, 6, 5, 4, 2 y 0.

Lasker, al contrario que muchos de sus contemporáneos, no realizó grandes aportaciones en el terreno de la teoría de Aperturas, dada su tremenda fuerza estratégica, en parte se contentaba con conseguir posiciones jugables. Aún así, dio nombre a varios sistemas, como la defensa Lasker del Gambito de Dama y el plan contra el gambito Evans que de hecho casi lo erradicó de la práctica magistral, ​ así como un esquema contra la Apertura Reti que todavía sigue en vigor. ​ Otro ejemplo sería su tratamiento de la variante del cambio de la Apertura Española en su partida contra Capablanca en San Petersburgo 1914, tradicionalmente considerada con tendencia a las tablas.

En cuanto al final de partida, evidentemente Lasker tenía una técnica sobresaliente, aunque quizá no conserve la misma fama por sus logros en esta fase de la partida que algunos de sus contemporáneos, especialmente Capablanca y Rubinstein. De todas formas muchos de sus finales son clásicos, como el final de Torres que le ganó al mismo Rubinstein en San Petersburgo 1914.

Lasker vs Rubinstein. Una instructivo Final

Según suele decirse, en sus partidas, muchas veces optaba por jugadas que no eran necesariamente las mejores sino las que más complicaban la partida al adversario con el que se enfrentaba, como si buscara en cada encuentro la manera de imponerse utilizando los puntos débiles de cada uno de sus rivales. Pero lo cierto es que Lasker contaba con una impresionante fuerza combinativa y una brillante técnica en los Finales, armas suficientes para derrotar a la mayoría de sus coetáneos.

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Famoso final Lasker vs Tarrasch, San Petersburgo 1914. Juega el Blanco y hace tablas. La mayoría de Peones negros amenaza con coronar uno
 

Cuando se enfrentaba a contendientes de alto nivel, su técnica no era exactamente «psicológica» sino que buscaba complicaciones de alto riesgo, exigiendo del contrincante enorme capacidad de cálculo, y tratando de romper los estereotipos sobre Estrategia general de juego vigentes en su tiempo. En esos casos, trataba de alterar el juego equilibrado, sólido y seguro que, en sus días, se creía irrebatible. En cierto modo, Lasker se adelantó por décadas al estilo de juego de su momento y tal vez haya que buscar en estas rupturas el motivo de que fuera el mejor jugador del mundo durante muchos años.

Lasker vs Botvinnik, Moscú 1936

Lo innegable es que Enmanuel Lasker fue un estratega con una técnica exquisita enriquecida por su gran facilidad para la táctica, su alta capacidad para jugar los Finales y su habilidad para explotar las debilidades psicológicas de su oponente.

Entre su legado, hay también una buena cantidad de obra escrita. De Ajedrez se destacan  “El sentido común en Ajedrez” (1895), “Curso de Ajedrez” (1908) y “Manual de Ajedrez” (1925).  Lasker es también autor de un famoso final compuesto, de Torre y Peón contra Torre y Peón, que aparece en la mayoría de los manuales debido a que la maniobra es de considerable valor práctico. Su concepto “el Ajedrez es lucha” ha inspirado a jugadores de todos los niveles.

Siebert Tarrasch, su gran contrincante, dijo que Lasker  perdía partidas ocasionalmente, pero nunca perdió su cabeza. Él, decimos nosotros, no solo hizo contribuciones al pensamiento ajedrecístico, sino hizo también contribuciones a la Matemática y a la Filosofía. Discutió mano a mano con Einstein sobre su Teoría de la Relatividad y escribió libros y artículos de hondo calado científico y humano. Dejó publicadas varias obras importantes de Ajedrez, Filosofía y Matemáticas.

Emanuel Lasker es sin duda una de las personas más interesantes que he conocido en los últimos años… Llegué a conocerlo bien gracias a muchos paseos donde intercambiábamos opiniones sobre los temas más variados, un intercambio bastante unilateral en el que recibí más de lo que di”. Albert Einstein.



Trabajo elaborado gracias a la colaboración de Eduardo Bermúdez Barrera, Docente / Investigador de la Universidad del Atlántico, Barranquilla, Colombia.

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