Niemann, el campeón y la FIDE
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Corresponde a la FIDE detener con urgencia la bola de nieve que amenaza el prestigio del ajedrez.
Parodiando la serie documental “El fiscal, la presidenta y el espía” sobre la muerte sospechosa de Alberto Nisman, investigador del atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita en Buenos Aires y que acusó a Cristina Kirchner de conspirar con Irán… ahora estamos en presencia de una fábula en vivo de sospechas, acusaciones e investigaciones que ha lanzado al ajedrez con tanto furor en las redes sociales y la prensa como la famosa mini serie Gambito de Dama estrenada por Netflix en octubre del 2020.
Nadie podía imaginar la vorágine que se desataría después que el Campeón mundial Magnus Carlsen y Hans Niemann se enfrentaron a principios de septiembre en la tercera ronda de la Copa Sinquefield de San Luis, Estados Unidos. El estadounidense Niemann, de 19 años se enfrentaba al hombre que dominaba el ajedrez desde hace una década, el noruego de 31 años, que permanecía invicto en 53 partidas de ajedrez clásico.
El resultado del encuentro causó sensación: el joven Niemann derrotó con piezas negras al Campeón mundial. Luego del enfrentamiento, Carlsen se retiró del torneo sin una justificación concreta a pesar de que quedaban otras seis rondas; un movimiento prácticamente sin precedentes en la élite del ajedrez internacional.
Mientras los comentaristas, jugadores y entendidos intentaban entender por qué había renunciado, Carlsen publicó un tuit con un mensaje que generaba sospechas de trampa. No aportó pruebas ni mencionó a Niemann, pero el destinatario parecía claro.
El excampeón mundial Garry Kasparov, una de las voces más autorizadas para evaluar la situación, pidió explicaciones al noruego a través de las redes sociales, manifestando que no estaba de acuerdo con su retiro del torneo más importante del mundo.
«No profundizaré en las feas insinuaciones del asunto ahora, pero debo comentar lo que sí sabemos: el Campeón mundial de ajedrez Magnus Carlsen se retiró del torneo más importante del mundo en St. Louis, un acto sin precedentes en los últimos 50 años, y se requiere su explicación», apuntaba en primera instancia Kasparov.
«La retirada de Carlsen fue un golpe para los fanáticos del ajedrez, sus colegas en el torneo, los organizadores y, mientras los rumores y la publicidad negativa se arremolinan en el vacío, para el juego. El título mundial tiene sus responsabilidades, y una declaración pública es la menor de ellas”, recalcó Kasparov.
Pocos días después de la derrota el Campeón mundial volvió a enfrentarse a Niemann, ahora en un torneo de partidas semirápidas online Julius Baer Generation Cup, y para sorpresa de todos Carlsen abandonó la partida en la segunda jugada. Algo insólito. Otra decisión que ha sido muy cuestionada por grandes figuras y especialistas del mundo del ajedrez
A partir de entonces se ha desatado en las redes sociales y la prensa internacional un maremágnum de informaciones sobre los dos incidentes. Unas a favor y otras en contra del Campeón del mundo, unas defendiendo su actitud y otras cuestionándolas severamente.
R e f l e x i o n e s
-La realidad es que no se ha comprobado que el norteamericano haya hecho trampas en eventos presenciales (aunque sí en eventos online) y, por lo tanto, las acusaciones del Gran Maestro Magnus Carlsen caen en el morral de la especulación.
-Estos acontecimientos van en contra del prestigio del Juego Ciencia y empañan su condición de juego noble, honrado y que es practicado por más de 600 millones de personas en el mundo.
-Aunque no se puede afirmar que Carlsen sea un mal perdedor, existen imágenes y videos de un comportamiento poco ético ante la derrota, lanzando el bolígrafo y la planilla de anotación en un acto irrespetuoso. Asimismo, no se debe olvidar su postura en favor del sueño mientras su rival piensa la jugada, proceder descortés que en su momento fue reprochado por jugadores y personalidades del ajedrez.
-El ajedrez posee una rica, amplia y milenaria Cultura que aporta más al reconocimiento del juego que estos oscuros incidentes ensalzados por la prensa amarillista que incluye a periodistas, comentaristas y youtubers del mundo del Juego Ciencia que han abarcado el tema en exceso, quizás buscando un protagonismo inadecuado que daña la honra del deporte.
-Hay muchos temas de interés para los aficionados y la opinión pública que enaltecen al verdadero ajedrez y que las redes sociales pudieran difundir y dejar a un lado la situación actual donde al actor principal es el Campeón Mundial, al que siguen ajedrecistas de todas las edades y lugares del mundo, por lo que su comportamiento y ética son influyentes e importantes.
-El eminente Campeón Mundial Magnus Carlsen no solo se representa a él como jugador, sino, que es el máximo exponente del ajedrez y debe comportarse con seriedad, responsabilidad y respeto ante el título, colegas y aficionados del deporte que él representa.
-Estimo que debe cesar la propaganda que perjudica la moral de un jugador y la honra del Noble Juego y esperar que la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) brinde un documento oficial y definitivo sobre el diferendo Carlsen – Niemann.
-Si este asunto no se detiene desde ya y la FIDE no asume una postura enérgica ante los hechos acaecidos, fundamentalmente las trampas y la conducta de los jugadores, la bola de nieve que se formó en la Copa Sinquefield, nadie puede imaginar donde terminará. Es determinante que la entidad que rige el ajedrez mundial perfile con decisión y sabiduría los códigos de disciplina, ética y comportamiento de los ajedrecistas.
-La bola de nieve aumentó su volumen esta semana cuando el Gran Maestro azerí Rauf Mamedov, abandonó su partida con Carlsen de la décima ronda después de un movimiento, en el evento online Titled Tuesday donde estaba en primer lugar. Quizás fue un gesto de atención ante las últimas actitudes del Campeón Mundial.
Corresponde a la FIDE detener con neutralidad y urgencia la bola de nieve que amenaza el prestigio del ajedrez mundial.
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